domingo, 31 de octubre de 2010

CALLES Y PLAZAS DE MALAGA II

LA CALLE DE GRANADA ENTRE LAS PLAZAS DE LA CONSTITUCIÓN Y LA DEL SIGLO.





Hoy vamos a pasear por la calle de Granada, concretamente por el tramo que une la plaza de la Constitución y la Plaza del Siglo. Nos detendremos en las calles adyacentes que tengan algo de interés y aparte de la historia observaremos detalles arquitectónicos destacables de algunos de sus edificios.



La calle de Granada, llamada en un principio Real, por ser por la que hicieron su entrada los Reyes Católicos en 1487, une la Plaza de la Constitución con la de la Merced. Su trazado árabe es sinuoso y  presenta varios tramos, interrumpidos por pequeñas placitas o encrucijadas.

Los dos primeros sectores, que hoy vamos a recorrer, en dirección a la Plaza de la Merced, están integrados en la zona de la ciudad que sufrió más modificaciones en el siglo XIX, ya que en ellos estuvieron asentados los conventos de dominicas del Ángel, San Bernardo, las Carmelitas Descalzas de San José, Santa Clara y otros, que fueron desamortizados durante el siglo pasado.

Sobre sus solares surgió el actual callejero de esta zona, perdiendo la edificación toda la fisonomía de la época islámica o del Antiguo Régimen.


En el primer tramo de la Calle de Granada, aún se conservan algunas muestras interesantes de la arquitectura decimonónica, como es la casa nº 6,



por su regularidad y recargada rejería, o el inmueble que hace esquina con la Calle de Santa Lucía,realizado por Manuel Rivera Valentín en 1885, que fue sede de la Joyeria Ghiara y ha mantenido en su local comercial elementos antiguos (columnas de fundición, pero no se conserva el total de los lienzos con pinturas de tema mitológico enmarcados en el techo algunos de los cuales se relacionan con el estilo de Ponce).

Enfrente el local de la antigua Cafetería Viena, hoy tienda de modas, conserva en su cubierta atrevidas curvas de escayola y columnas y se nos presenta como ejemplo del "estilo del relax" que proliferó en la Costa del Sol en los años 50-60.

Más arriba, en el nº 16 llama la atención el diseño funcional de la antigua Farmacia Méndez realizado por el arquitecto Enrique Atencia en 1952.

En su lado izquierdo se abre la Calle de Santa Lucía, que toma el nombre de la capilla que aquí existía, cercana al convento de las dominicas del Ángel.






Esta Orden se instaló en Málaga por Real Cédula de 1648, teniendo su casa en la calle de Granada desde 1652, en un amplio solar que limitaba la calle del Angel y la de Santa Lucía y sobre el que se abrió, después de la Desamortización, la calle de Luis de Velázquez.


En 1861 la propia comunidad pidió al Ayuntamiento que le enajenara la parte trasera del edificio para poder hacer mejoras en la principal del mismo, que no se llevarían a cabo, porque en 1873 los arquitectos Jerónimo Cuervo, Cirilo Salinas y Manuel Rivera Valentín declararon en ruina dicha casa-convento y se procedió a su demolición.


En la edificación de las viviendas de renta que aquí surgieron conocemos la intervención directa de Cuervo, quien se encargó de la distribución de los solares, de la planificación de la calle de Luis de Velázquez y construcción de muchas de sus casas.
La Calle de Luis de Velázquez fue significada con una interesante arquitectura que muestra un amplio repertorio del vocabulario ecléctico usado por los arquitectos del siglo XIX.


Se distribuyen los huecos con simetría y regularidad, y los vanos se decoran con motivos que oscilan desde los clásicos a los neomedievales.





Además, destaca en esta zona un elemento típico de la arquitectura malagueña como es el cierro, balcón cerrado con armadura de madera o de hierro, y acristalado, que se ha hecho derivar del ajimez islámico.

El edificio que forma fachada a esta calle, a la de Santa Lucía y a la de la Azucena (calle Luis de Velázquez nº 1), con armoniosos balcones y con







columnas en su chaflán curvo, fue realizado por Cirilo Salinas en I877.



La casa nº 2  de la calle de Luis de Velázquez es obra de Cuervo, de 1876;




 


conserva el bajo primitivo con columnillas de hierro y se articula con cierros de madera curvos adaptados a las esquinas y balcones de rejería, rematado por un ático con ventanas ovales.


Cabe destacar del mismo arquitecto la armoniosa casa nº 4,



en la que los cierros son de hierro y están rematados por un cuerpo decorativo semicircular;







el uso de este elemento enriquece plásticamente esta fachada y la dota de una gran movilidad, aunque más atractivo le imponen las columnillas de mármol que se le adosan y la policromía de los cristales.



Enfrente, la vivienda que hace esquina con la calle de la Azucena, de rigurosa armonía, es obra de 1877 de Eduardo Strachan.



El edificio n" 5 de la calle de Luis de Velázquez, destaca por su robusta rejería de hierro fundido,





y el no 7, con dos ejes de cierros acristalados de hierro con menudos adornos, flanqueando balcones de vistosa decoración, son también ejemplares muy representativos del estilo decimonónico burgués malagueño.


Si continuamos la calle de Luis de Velázquez llegamos a la Plaza del Marqués del Vado del Maestre, antes llamada de Mitjana, por Francisco de Mitjana, promotor en el siglo XX de algunos de sus edificios. Por su carácter clásico es notable la caso nº 2, con armónica fachada con frontones y rejerías de fundición.



Volviendo a la calle del Ángel, la casa nº 3,  es obra de Cuervo de 1877 y ofrece un repertorio decorativo de inspiración gótica, recreando pináculos y cresterías.
La nº 1, también de Cuervo, de 1876, resalta su esquina mediante unos atractivos cierros curvos y balcones con bellas rejas, conservando el bajo comercial sus primitivas columnas de hierro colado.




Un poco más adelante, penetrando ya en la Plaza de Spínola, más bien ensanchamiento de la calle de Granada, que continúa tras ella, a la derecha se abre la calle de Sánchez Pastor, cuyo origen fue consecuencia de la demolición del convento de las Carmelitas Descalzas de San José, que se habían trasladado a este lugar en 1587.
Ocupaba un solar situado entre la calle de Granada y la calle de Santa María, donde se abría la fachada principal. Otra lateral se situaba en una calleja sin salida denominada de Carmelitas, que tenía un único acceso desde la de Santa María. Esta barrera sería el germen de la actual calle de Sánchez Pastor que se logró abrir hasta la de Granada, después de que en 1873 se demoliese el convento.

El cambio de denominación se debió al homenaje que se quiso tributar con ello al alcalde Sánchez Pastor, impulsor de las obras.

El responsable de la urbanización, parcelación y atirantado de esta calle fue también Jerónimo Cuervo y conforme a su proyecto se construyeron las casas nº 5 y nº 7(27).
El resto de los edificios de la calle mantienen la altura y la distribución de los vanos, llamando la atención, por su carácter pintoresco la nº 6 es obra de Cuervo, del último cuarto del siglo XIX, pero a comienzos del XX recibió una reforma que recubrió parte de su fachada con vistosa decoración neoárabe.
Más empaque presenta la que forma la esquina con la calle de Santa María (Sánchez Pastor nº I, que fue realizada en 1877 por Eduardo Strachan con noble portada de mármol, y que mantiene en el exterior las columnillas de fundición de los bajos, destacando en su alzado el cuidado diseño de los vanos, articulados entre pilastras, y la rica rejería del piso principal así como los cierros de hierro que resaltan su esquina convirtiéndola en el eje principal.




La casa n" 9 de la calle de Sánchez Pastor, que forma esquina con la plaza de Spínola, es también obra de Jerónimo Cuervo, de 1886 y es equiparable a la anterior por su cuidado diseño que alcanza a las escaleras;





en su fachada con balcones guarnecidos con decoración foliada y abrazados por una imposta quebrada, se presentan corridos en el chaflán curvo, rematando sobre la cornisa un ático de claraboyas ovales. Un diseño similar nos presenta la casa nº I2, que se alza al otro lado de la calle.


Formando esquina con la Calle de Calderería, que durante un tiempo llevó el nombre de Jerónimo Cuervo, se encuentra la casa nº 23 (de la calle de Granada), de diseño racionalista, realizada entre 1940-43 por José González Edo. Su fachada, recorrida con bandas de ladrillo, resulta vistosa y acorde con la presencia del Cine Actualidades, que estuvo instalado en sus bajos, obra singular del mismo arquitecto.




A continuación de la Plaza de Spínola se encuentra la pequeñísima Plaza del Carbón.




 


La plaza está presidida por la fachada del edificio del Liceo de Málaga-Peña Malaguista, que conserva el diseño del siglo XVIII, con balcones y ventanas de forja. Esta institución recreativo-cultural se fundó en 1950, y 25 años más tarde se le antepuso el nombre de Liceo de Málaga, instalándose en 1963 en esta casa, que remodeló el arquitecto Andrés Escassi, rehabilitándose nuevamente en 2002. Entre sus actividades culturales más destacadas está la de otorgar el Premio Málaga de Investigación que se concede desde 1967 con el deseo de fomentar la investigación sobre temas de Málaga.
Enfrente, pasando la estrecha calle de Ascanio se alza un edificio de bellas proporciones, obra de 1872 de Cirilo Salinas, (Plaza del Siglo, nº 3). Con grandes pilastras corintias que articulan los pisos superiores, (el primero ha sido destrozado por la planta diáfana de una instalación comercial y el bajo recuperado posteriormente) remata el ático por una sucesión de pequeños templetes con frontones curvos y triangulares; su noble portada de mármoles enriquece las jambas con motivos vegetales.


La Plaza del Siglo surgió tras la demolición, en 1868, del Convento de Santa Clara, uno de los más importantes de la ciudad, fundado por decisión real en 1495, que englobaba entre sus construcciones un palacio árabe conservado hasta el siglo XX.


A su creación contribuyó el Comendador Mayor de León Gutiérrez de Cárdenas y el primer obispo de Málaga Don Pedro de Toledo.


El convento ocupaba una gran extensión con fachadas a las calles de San Agustín, Granada y Santa María. Tras su desamortización y la reconstrucción del Hospital de Santo Tomás, surgieron la prolongación de la calle de Molina Lario y la de Duque de la Victoria que desemboca en la de San Agustín.

Llama la atención la homogeneidad de la construcción en esta zona pues se conservan prácticamente todas las casas, que fueron construidas entre 1870 y 1880, con la intervención de los grandes arquitectos del momento: Cuervo, Salinas, el maestro de obras Diego Clavero y otros.


Junto a la arquitectura decimonónica esta plaza la preside en su lado norte una sencilla casa del siglo XVIII, con balcón corrido de atrevidas curvas, de una gran belleza, que ha sido vaciada para edificarse de nuevo conservando la fachada, y enfrente sobresale, el edificio de la Caja de Ahorros de Ronda, obra de discutido diseño del arquitecto Juan Jáuregui, realizada en 1960.

1 comentario:

  1. Magnífico reportaje. Esta mañana la he dedicado a ver todo lo que hay escrito sobre la Historia de Málaga. He pensado que no hay en ninguna un toque personal, siempre se trata de alguien que "ha recogido". Nací en el 40 y hay mucho que contar desde entonces, mucho superado pero una gran historia de este pueblo, esta ciudad que no la veo.

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